Advertencia

Las páginas que a continuación Usted habrá de leer -si es que aún no se ha inclinado por otra actividad menos presuntuosa- no pertenecen ni a la ficción ni a la realidad. Son páginas que bien podrían haber sido escritas en tiempos pasados pero que, sin embargo, han de escribirse inútilmente más adelante. Son páginas en blanco para ser leías sin afanes ni convicciones. Son un producto desechable, créame.
Pero antes de que se dé a la epopeya de volver a Google, déjeme decirle algo: si Usted puede mirar con ojos de niño como lo hizo alguna vez; si es capaz de aceptar que la vida no es tan mezquina como parece; si tiene la valentía de asumir que la muerte es mentira; entonces, quizás estas páginas puedan decirle algo. Nada revelador, permítame interrumpirlo. En tiempos en donde se ha perdido la posibilidad del sueño, lo último que Usted necesita -creo yo- son revelaciones.
Pero eso sí: podrán hablarle de algunas cosas que me han pasado. Y le prometo que esta charla no tomará mucho tiempo: sólo serán pequeños recortes que me he querido quedar; pequeñas marcas que han de permanecer en mí.
Por lo tanto, le propongo un trato: lea tranquilo y sin pedirme explicaciones. No es una biografía, así que no tendrá motivos para hacerlo. Y no se atormente por la falta de certezas. Esta es una huella que sólo intenta persistir así. Es un intento, nada más.

17 de noviembre de 2007

Manual de utilidades


Como posibilidad y como condición, como esperanza y también como caos. Como lo que da vida; como lo que mata, y como lo que también marchita. Como aquello que nunca se termina de ir, y como aquello que tampoco acaba por llegar. Como justificación y como protesta; como lo que se puede, lo que se quiere y lo que debiera un poco más seguido. Como llanto y como angustia…
El tiempo sin tiempo. El tiempo para poder ser y para dejar de serlo. El tiempo perdido, el que vendrá. El tiempo hecho carne y consumido en cenizas. El tiempo para la poesía y también para la guerra.
El tiempo pesado, pisado, sufrido, tergiversado, manipulado, degradado, mutilado, ametrallado…cansado.
Quizás por el olvido, o quizás por el perdón. Quizás fue por el encierro. Quizás se trataba de quedarse un poco y de no irse tanto. Quizás yo, o quizás no. Quizás mañana, en un tal vez que te conoce bastante. En fin. Poco más, poco menos, y entre tanto dicho: el tiempo todo el tiempo, a la espera pero con prisa.